Como resultado de los recortes presupuestarios introducidos en el sector defensa por el gobierno de Tailandia, debido a la crisis financiera global, la Real Fuerza Aérea Tailandesa (RTAF) ha visto postergados indefinidamente sus planes de adquirir un segundo lote de seis cazabombarderos JAS-39 Gripen del fabricante sueco SAAB. En la misma línea, también se ha postergado la compra de un segundo bimotor turbo-hélice SAAB 340 AEW equipado con el sistema de vigilancia aérea Erieye para Alerta Temprana.
El segundo lote de seis JAS-39 se iba sumar a otros seis aparatos del mismo tipo, que fueron encargados en el 2007 y que deben ser recibidos en el primer semestre del 2010. La compra tiene como objetivo completar una flotilla de 12 aeronaves, a fin de
reemplazar a partir del 2011 a los cazabombarderos F-5E que actualmente operan desde la base de Surat Thani.
Los planes de la fuerza aérea tailandesa apuntan a que, junto con reemplazar a los F-5E, los Gripen asuman el rol principal de intercepción actualmente encomendado a los F-16, encargándose de la defensa y control de los espacios aéreos sobre el Golfo de Tailandia, el Mar de Adaman y el resto de las regiones del sur de ese país asiático. Además de asumir las tareas de intercepción, los Gripen también estarán equipados para misiones de ataque e interdicción marítima, existiendo planes para adquirir e integrar misiles anti-buque AGM-84 Harpoon del fabricante estadounidense BOEING.
El comandante en jefe de la RTAF, Mariscal del Aire Itthaporn Subhawong, lamentó la situación y solicitó una revisión de la decisión tomada por el gobierno, subrayando que sin los seis cazabombarderos Gripen adicionales no será posible asegurar la seguridad y la defensa del país después del 2011, fecha en que deben ser retirados los F-5E. “Como soldados, siempre estamos dispuestos a morir por la patria, pero necesitamos disponer de equipamiento efectivo y competitivo. Sin defensas adecuadas, nuestros vecinos no nos respetarán”, acotó.
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